miércoles, 14 de diciembre de 2011



 5ºHÁBITO: CHUPETE Y
BIBERÓN.

El chupete reduce la ansiedad y el estrés, y evita que el pequeño adopte la mala costumbre de chuparse el dedo, aunque debe ser visto como un objeto provisional y de consuelo que debe tener un principio y un fin en la existencia del bebé.

Los logopedas y dentistas recomiendan que su uso sea limitado para evitar problemas en la formación y posición de los dientes, en el desarrollo del lenguaje y en el aprendizaje del habla.

                
CONSEJOS:

-No se debe ofrecer el chupete cada vez que el bebé llore. Lo mejor es que sean los padres los que establezcan los horarios.

-Hasta los seis meses de edad, se acostumbrará al bebé a succionar el chupete sólo para que concilie el sueño.

 -A partir de los 7 meses, se debe limitar el uso del chupete sólo a la cuna para que el pequeño lo utilice durante las siestas o por la noche. Si está dormido, es mejor quitárselo de la boca pero dejarlo al alcance de su mano por si se despierta.

-Poco a poco, en lugar de dar el chupete cuando el bebé se sienta molesto le podéis ofrecerle un peluche o una caricia para tranquilizarlo. No permitáis que el chupete quede siempre a la vista del niño.

-Cuando el niño empiece a hablar, decidle que no le entendéis con el chupete en la boca. Decidle que para hablar deberá quitarse el chupete.

-Elogiad a vuestro hijo/a por cada noche que él consiga dormir sin chupete.


               


Algunas tácticas para que la “despedida” del chupete y del biberón, no sea tan dolorosa:
1- Hablad con el niño y recordarle que ya es mayor, que ya va al colegio y que no necesita chupete.

2 - Poned metas al niño, como por ejemplo, que use el chupete solamente para dormir, y premiadle por conseguir esas metas.

3 - La reafirmación positiva funciona bien con los niños de más de un año. Así que elogiad a vuestro hijo/a cuando se comporte como un niño mayor.


4- Empezad la transición cuanto antes, el proceso debe ser paulatino, se empezará por eliminar una toma de biberón al día y poco a poco se irán sustituyendo el resto de biberones.

5- Cambiad el biberón por vasos especiales para sorber, que fomentan el desarrollo de la coordinación entre la vista y las manos, y ayudan a poner fin al hábito del biberón. También se puede usar un vaso con tapa y cañita.

6- Paciencia y diversión. Les encanta jugar, así que podemos plantear el cambio del biberón al vaso o a la taza como una diversión más. También podemos probar a recoger con él todos los biberones y guardarlos en una bolsa.

7-Antes de dormir. Muchos niños siguen tomando el biberón de la noche durante muchos años (este es el más cuesta quitar porque les reconforta). Un buen baño caliente antes de acostarse, música relajante, nanas... cualquier táctica que les serene es buena si se consigue que duerman sin él.

Según algunos estudios médicos, tanto los chupetes como los biberones, si no se eliminan a tiempo pueden causar una oclusión dental incorrecta, que se produce cuando las dos arcadas dentales, la de arriba y la de abajo, no encajan correctamente al realizar la mordida.